EDUCACIÓN INCLUSIVA - LA ENTRADA MÁS IMPORTANTE DEL BLOG
Hola a todos de nuevo!
Hoy me gustaría hablaros de algunos aspectos que considero imprescindible
cambiar para mejorar el sistema educativo español garantizando una educación
inclusiva, de todos y para todos.
Es por esto por lo que considero que es una de las entradas más importantes de
mi blog.
Espero que la disfrutéis y compartáis vuestras opiniones!
¿QUÉ ASPECTOS SON
NECESARIOS MEJORAR EN EL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL PARA QUE GARANTICE UNA
EDUCACIÓN INCLUSIVA?
·
ELIMINACIÓN DE PRÁCTICAS Y PROGRAMAS COMO
DIVERSIFICACIÓN O PMAR.
Según artículos como el de La Nueva Crónica (2020, 06 de
agosto), los programas como diversificación o PMAR tienen la finalidad de
facilitar a los alumnos “con dificultades para aprobar” unos contenidos más
sencillos en sus asignaturas para poder aprobarlas y conseguir el graduado de
la ESO; incluso hay personas que no confían en que de otra manera hubieran
podido conseguirlo, dificultándoles el acceso al mundo laboral.
Aunque no me cabe duda de que muchos institutos llevaron a
cabo estas medidas para intentar ayudar a sus alumnos, ¿realmente son
beneficiosas para ellos? Si lo analizamos veremos que lo que hacen en realidad
es perjudicarles.
Al coger a alumnos repetidores y meterlos todos juntos en
una clase para dar las mismas materias que las que se dan fuera de esa clase
pero de manera “más sencilla” estamos apartándoles de sus compañeros. Están
integrados en el centro pero no se está educando de manera inclusiva, porque se
les aparta en una clase para aprender lengua, matemáticas, inglés…
Pero para aprender educación física, música y plástica se
les junta con los de las otras clases.
¿Acaso todos tienen dificultad para las mismas asignaturas y
facilidad para las mismas? ¿Acaso no somos todos diferentes y buenos en unas
cosas y peores en otras? ¿Acaso a todos ellos se les dan mal las matemáticas y
el inglés, pero bien la música y la plástica?
A parte de no conseguir una educación inclusiva siento que
los alumnos que participan en estos programas están peor aceptados socialmente.
Por ejemplo, en mi instituto, mucha gente se reía de “Los de
Diver” porque ellos “Eran tontos” y les ponían las cosas “Más fáciles”.
Y digo yo, si hay algunos alumnos que por ejemplo no
aprueban matemáticas (bien porque tienen dificultades para entenderlas o bien
porque el profesor no sabe explicarse para que ese alumno le entienda), ¿no es
más sencillo que aquellos otros alumnos que son mejores en matemáticas les
ayuden? De esta manera se podría conseguir una mayor socialización entre los
alumnos, una subida de autoestima para ambos (el que lo explica por ayudar a un
compañero a entender algo; al que se lo han explicado por haber sido capaz de
entenderlo finalmente).
Además, siento que apartándolos en un aula estamos
diciéndoles que ellos no están preparados para estar en ese curso por no
entender los contenidos y que necesitan que se lo pongamos más fácil para no
regalarles el título directamente. ¿Somos alguien para hacer sentir a otra
persona poco válida?
Tal vez la solución esté en que los centros no fomenten este
tipo de programas o prácticas similares y promuevan otros programas donde
acudan profesores a los que se les enseñe distintas maneras de enseñar a
distintos alumnos dentro del mismo aula valorando la idea de ser flexibles;
como expuse anteriormente, creo que sería un gran avance permitir que los
alumnos se ayuden entre sí, fomentando el trabajo en equipo o incluso dejándoles
a ellos explicar un contenido del temario con sus palabras (mucho más acordes a
las de sus compañeros y probablemente más fáciles de entender).
·
NO ENSEÑAR A TODOS LOS ALUMNOS CON UNA MISMA
TÉCNICA
Por norma general, se enseña a la mayoría de la gente de la
misma manera y como dice Ángel Pérez, Catedrático de Didáctica de la UMA en el
video “De la escuela de talla única a la escuela personalizada”, como docentes
debemos saber detectar las fortalezas de cada uno de nuestros alumnos para ser
capaces de enseñarles en base a ellas, explotándolas al máximo.
No podemos pretender ofrecer una educación inclusiva, para
todo el mundo, si con nuestras explicaciones solo aprenden la mitad de los
alumnos.
Yo suspendí física y química en tercero de la ESO porque no
era capaz de entender nada pero empecé a aprobarla cuando comencé a ir a clases
particulares. Y al haberme pasado a mí, sé de primera mano que no suspendía por
no estudiar, simplemente porque no entendía las explicaciones que me daban; sin
embargo, cuando me lo explicaron de otra manera empecé a entenderlo e incluso a
disfrutarlo.
De nuevo centrándonos en el vídeo de Ángel Pérez, este dice
que nunca se ha aprendido bien inglés. Es cierto. Generalmente procuran
enseñarte a hablar un idioma mediante ejercicios en papel, y por eso conozco
gente que lo suspendía en el instituto y actualmente lo habla mucho mejor que
yo, que era de las que lo aprobaba.
¿Qué podemos hacer para aprender bien inglés?
Existen varias alternativas para solucionar este problema,
tantas como podamos llegar a imaginar pero la solución principal se basa en
educar desde la práctica. En este caso se puede conseguir con distintas
prácticas; por ejemplo:
-Programando una excursión a un país de habla de esa lengua
para oírlo y hablarlo (también se pueden hacer intercambios).
-Ver películas en inglés (se pueden mandar deberes donde
haya que ver la película que cada uno quiera pero en inglés y hacer un resumen
para los compañeros).
-Escuchar canciones en inglés y traducirlas. Por ejemplo, si
se quiere enseñar vocabulario navideño, cada uno puede escuchar y traducir un
villancico (Unos elegirán uno más sencillo y otros uno más complicado,
dependiendo de hasta donde llegue cada uno, pero finalmente todos aprenderán
vocabulario en inglés; mucho más que si se les da una lista con 30 palabras y
sus significados para estudiar de memoria, sin verlos en un contexto y sin
encontrarlos sentido).
-Poner en contacto a unos alumnos con otros de colegios
ingleses (mediante cartas, videollamada, etc).
-Hacer excursiones en lugares divertidos y tranquilos (por
ejemplo en la naturaleza) donde todo el día se tenga que hablar en inglés
(permitiendo usar el diccionario porque obviamente no todo el mundo va a saber
decir todo, pero buscándolo también se aprende).
Estas medidas (y muchas más) pueden aplicarse a varias
asignaturas pero me parece importante haber puesto el ejemplo del inglés porque
es algo que “estudiamos” desde muy pequeños y muy poca gente sabe hablarlo bien
gracias al colegio y los institutos.
·
NO EXAMINAR NI EVALUAR A TODO EL MUNDO DE LA
MISMA MANERA.
A veces todos queremos que se nos trate igual pero debemos
admitir que no somos iguales a nadie y aunque tenemos los mismos derechos, las
maneras de llegar a ellos no pueden ser iguales para todo el mundo.
Sinceramente solamente he visto una diferencia en la
examinación y esta se produce cuando aparecen alumnos con dificultades físicas
(niños sordos, con problemas de movilidad, etc); sin embargo, cuando las
dificultades y diferencias entre alumnos no son físicas, se exige a todos lo
mismo: un mismo examen para todos los alumnos que se va a calificar igual, y
muchas veces determinado por la capacidad de retención y de explicación de los
alumnos.
Obviamente esta práctica es la más sencilla (más aún si
hablamos de exámenes tipo test), pero para nada es la más eficaz. A mí
personalmente cada vez me cuesta más hacer exámenes, me agobian y siento que
estoy perdiendo capacidad de retención y de aprendizaje.
He tenido la impresión de que la mayoría de profesores
sienten que si no hacen exámenes no van a poder evaluar a sus alumnos; alumnos
con los que han convivido durante muchas horas
a lo largo de varios meses.
¿En serio no somos capaces de identificar qué ha aprendido y
qué no, qué ha mejorado y qué no ese alumno? Y en el caso de no serlo, ¿no
podemos pedirles que se autoevalúen, permitiéndoles desarrollar un sentido
crítico hacia ellos mismos y poniendo de verdad en valor cuánto han aprendido y
cuánto no? Un examen con un 10 no garantiza saber todo lo que pone en él.
Como nos comentan en el vídeo “Ayudemos a proteger la
innovación educativa” del Instituto Escolar Las Vinyes existen otras maneras de
evaluar; en muchas asignaturas nos exigen trabajar en equipo pero luego
pretenden evaluarnos mediante exámenes individuales; no tiene mucho sentido.
A continuación, explicaré algunas de las pautas que me
gustaría aplicar a mí en mi asignatura para aportar mi grano de arena a una
educación inclusiva.
Obviamente el primer paso y como explico en el punto
anterior, se basa en no educar a todo el mundo igual para no evaluar a todo el
mundo igual.
Opino que la solución está en dar más autonomía y confianza
en sí mismo a los alumnos y esto puede verse aplicado en prácticas muy
distintas; dejando que ellos elijan de qué manera prefieren ser evaluados:
mediante un examen escrito, mediante un examen oral, mediante un trabajo individual,
mediante un trabajo grupal, o con otras alternativas, y ofreciéndoles en todas
ellas la posibilidad de aprender y no memorizar ni retener. Simplemente debemos
tener en cuenta que no todos los alumnos se van a expresar igual de bien de una
manera u otra y podemos darles la oportunidad de que sean ellos los que elijan
cómo ser evaluados, ya que al fin y al cabo lo que está en juego es su futuro,
y tristemente hay que acabar poniendo una nota, así que al menos que sean ellos
los que elijan en base a qué se pone.
Cada uno puede elegir el método con el que crea que es más
eficaz o el que le cause menos estrés e incluso probar varios métodos y ver
cuál se ajusta más a cada persona, permitiéndola sacar así su potencial.
También, y como expuse anteriormente, debemos tener en
cuenta su capacidad de autocrítica, permitiéndoles autoevaluarse, dentro de
unos límites.
Obviamente me supondrá un esfuerzo mayor como profesora,
pero creo que nuestra labor como docentes es involucrarnos con todos nuestros
alumnos, entenderlos y ver de qué manera podemos ayudar a aprender a cada uno y
cuál va a ser la técnica más eficaz para ellos.
·
CAMBIOS EN EL CURRÍCULO
Creo que otro de los grandes problemas para lograr una
educación inclusiva se encuentra en el currículo existente.
Desde el Estado se exige dar las mismas materias para todo
el mundo y no niego que sea importante que todo el mundo tenga conocimientos
sobre matemáticas, lengua, historia, ciencia, música, etc, pero creo que
también es muy importante adquirir otras habilidades y conocimientos, creando
asignaturas más relacionadas con el arte, con la artesanía, con la creación
manual, etc.
También considero importante fomentar otro tipo de
contenidos que permitan a los alumnos sentirse más cómodos y apoyados en el
sistema educativo, además de tener una mejor salud mental, que muchas veces se
ve afectada tanto por el sistema educativo como por sus situaciones personales.
Creo firmemente en la idea de que tener asignaturas que nos
permitan entender qué sentimos en cada momento y porqué, cómo gestionar las
emociones que muchas veces nos sobrepasan, cómo gestionar el estrés, cómo
trabajar la empatía, cómo ser buenos ciudadanos y buenas personas que ayuden a
los demás, etc nos va a permitir mejorar el sistema educativo y hacerlo más
inclusivo, (al formar alumnos que no solo sean capaces de entender cómo
funciona su mente y qué técnica es la que más les funciona para aprender algo,
explicarlo, aplicarlo y poder lograr un éxito académico y laboral), sino que
también habremos creado alumnos capaces de entender a los demás, a personas con
capacidad de ayudar a otras con ciertas dificultades en algunos ámbitos, siendo
así el canal de comunicación para estas personas, y logrando así una educación
de todos y para todos, una escuela inclusiva, y por extensión, una sociedad
inclusiva, generosa y empática con los demás.
Y creo que solo así se habrán solucionado no solo problemas
del sistema educativo, sino problemas de la sociedad, permitiéndonos mejorar
como personas y como futuro del mundo que estamos creando.
Buenas Alba, me parece una gran reflexión y un buen punto de vista..
ResponderEliminarDavid.